Aproximadamente el 13% de las cirugías de nariz que tratan de cambiar el tabique nasal fracasan ya que no se presta atención a otras estructuras nasales, generando así graves complicaciones a la hora de respirar.
Durante los meses de verano mucha gente solo piensa en la playa, etc… pero hay un grupo de personas que aprovecha las vacaciones para someterse a una cirugía plástica. Una de las cirugías más demandada es la rinoplastia funcional. Esta cirugía se realiza para remodelar la nariz tanto a nivel funcional como a nivel estético y aunque una de sus principales características es ser poco invasiva, puede traer complicaciones graves si no es realizada por un especialista.
PROBLEMAS MÁS COMUNES
Uno de los problemas más comunes de una rinoplastia es que modificar la anatomía de la nariz de forma incorrecta puede producir una asimetría visualmente antiestética o incluso producir una mayor obstrucción nasal mayor a la que el paciente tenía antes de realizar la intervención.
Por tanto, es fundamental que los pacientes conozcan muy bien al doctor que les va a realizar la cirugía y de esta manera tener que recurrir a un nuevo especialista que trate de solucionar los problemas provocados en un operación incorrecta.
«Algunos casos pueden resolverse fácilmente pasando de nuevo por quirófano. No obstante, hay casos en los que los pacientes necesitan una reconstrucción más completa, en las que incluso, se tienen que usar injertos de cartílago de otras partes del cuerpo»
Dr. Guillermo Sanjuán de Moreta.
Las personas al no poder respirar de manera correcta por la nariz tienden a hacerlo por la boca, lo que provoca una serie de cambios cranofaciales y dentales… sin llegar a mencionar las alteraciones del sueño, la aparición de ronquidos y la disminución del rendimiento en la práctica deportiva, explica el Dr. Sanjuán de Moreta. Recomienda, además, que las personas que tengan dificultad para respirar por la nariz durante un periodo de más de 10 días consulten a un especialista lo antes posible, ya que este malestar puede estar producido por una rinitis alérgica, sinusitis o incluso una hipertrofia de corneteos o pólipos nasales.
LA SOLUCIÓN INTEGRAL
La rinoplastia funcional es un procedimiento para remodelar toda la estructura de la nariz (desde el tabique nasal hasta los huesos nasales y el cartílago externo), para conseguir una buena funcionalidad. Se diferencia de la rinoplastia estética ya que no solo se centra en reparar la parte estética y se diferencia de la septoplastia en que el cambio no es solo en el tabique nasal interno, sino que se trata de un procedimiento integral.
«Aproximadamente el 13% de las cirugías que se centran en modificar únicamente el tabique nasal fracasaron porque no se prestó atención a otras estructuras de la nariz, lo que provocó serias complicaciones en la respiración del paciente. Por poner un ejemplo, si la parte superior de la nariz está torcida no es conveniente realizar este procedimiento ya que no se obtendría ninguna mejoría. La solución ideal sería liberar el cartílago, cortarlo y colocarle un injerto, lo que le dará al paciente más espacio en la nariz. En este caso, la cirugía no sólo sería una septoplastia, sino una rinoplastia funcional» explica en Dr. Sanjuán de Moreta.
El objetivo de la rinoplastia funcional es dar uan solución a la obstrucción nasal pero sin descuidar la parte estética, para que el paciente se sienta seguro, recupere la calidad de vida y pueda respirar mejor.
Las personas que se benefician de la rinoplastia funcional son aquellas que tienen los huesos nasales severamente desviados, si a estos pacientes solo se les realiza una septoplastia, los huesos externos de la nariz seguirán teniendo problemas funcionales. También se recomienda para pacientes con una desviación del tabique en la zona cercana al dorso, ya que si solo se corrige esta zona, pueden sufrir colapso del dorso con consecuencias estéticas.